Así somos

CX-250. Pero pueden decirle "La Rojita".

Desembarcó en Glew el 4 de enero del 2010, apenas un mes y 1200 kms antes de arrancar viaje.
Técnicamente hablando y dejando sentimentalismos de lado, se trata de una moto "doble propósito , tipo cross o enduro adaptada para ciudad. Con un motor marca Lifan de fabricación china y un cilindro de 250 cm3. La refrigeración es por aire, arranque eléctrico, caja de cinco velocidades y una potencia de 18 hp. El consumo ronda los 34 kms/lt, en altura y rutas de montaña el promedio no varia demasiado. Fue ensamblada en la planta de La Emília S.A, en La Emilia, provincia de Buenos Aires, Argentina y comercializada bajo la marca Motomel.


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Sebastián Ramírez. Pero pueden decirle "Trapito".

Desembarcó en este mundo el 11 de Octubre de 1981, en Glew, zona sur del Gran Buenos Aires (área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires), lugar donde creció y pasó su infancia jugando fútbol infantil, coleccionando cuanto álbum de figuritas se cruzara en su camino, monedas antiguas y de otros países y todo lo que tuviera que ver con historias, mapas, leyendas y personajes del mundo.
Cursó los estudios primarios en una escuela católica donde enseguida se dio cuenta que no todo lo que te dicen de forma oficial es ni medianamente cierto, lo cual junto con un ambiente familiar libre de dogmas, religiosidades y posturas conservadoras; más libros y música que horas de televisión y un patio verde donde dejar correr la imaginación, ayudó a poner todo en tela de juicio.
Luego de cursar la secundaria en un colegio técnico y de hacer algo de música por unos años se metió de lleno en la facultad de arquitectura donde después de casi nueve años de batallar con el trabajo, maquetas, planos y dibujos, el 29 de diciembre del 2009 terminó la carrera cuando la Vuelta por Latinoamerica ya estaba justamente a la vuelta de la esquina.
Un mes después, con muchas más dudas que certezas y más preguntas que respuestas, el 2 de febrero de 2010 y tras un año y algunos meses de planificación, finalmente le dijo hasta luego a la rutina citadina y arrolladora de sueños.